Visitante
Visitante
Recorre pasillos
oscuros y estrechos
rompe cortinas
traspasa las noches de insomnio.
Renueva tiempos de guerra
afila cuchillos
separa los ojos del libro
envenena futuros.
Se aloja libremente
vomita en las cuencas
se arropa en las manos
sobrevive al diluvio.
Viene con prisa
como auto sin freno
acaricia la vida
con todas sus lenguas.
Humedece los cajones del alma
donde se guardan sueños
las palabras que no se han dicho
las lágrimas de todas las edades.
Reposa la corona
en una concha de huesos
encierra gargantas
en sus cinco paredes.
Angustiosa espuma
de los labios que mueren
cenizas vuelan
de todos colores.
La esperanza persiste
en los cabellos infantes
el horizonte refleja
los nuevos fetos.
Se mojan pestañas
en té de jengibre
se cultiva el amor
en jardineras humanas.
Nora Soto